Ronca de ganas

 



Empoderé aquellos rincones que mi lengua no nombra. Adquirí vicisitudes en tus reproches. Mentí , sin embargo, siempre fui fiel. Me enseñaste la virtud del desapego con exigencias, aún doliéndome los cristales de tus palabras. Me entretuve entre pasos descalzos, y de puntillas despiste algún que otro beso en tu otra mejilla. Y si te acercas , sigo apostando al caballo ganador. Y cuando te digo que me olvides , hasta los bigotes de mi almohada deciden agradecerte una mañana. Y se me hace difícil borrar una imagen , bueno , tu cálida y efímera imagen. Y en un instante , en tan solo un sigiloso batir de alas, te pierdes como cualquier noche de diciembre. Es entonces cuando te vas y mi cuerpo , ronco de ganas , decide nombrarte. Ahora, ya, es demasiado tarde. 

Comentarios

  1. Grande loquilla. Me has emocionado, me has transmitido y además me siento identificado. Gracias por escribir así.

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    1. Caminamos a la deriva aunque de la mano de las misma colchoneta . No nos queda otra 😜

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