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Mostrando entradas de febrero 11, 2012

PARA MIS PSICÓLOGOS

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BASTA YA DE PSICOLOGIA CROMAÑONA Y ARCAICA Basta ya de tanta Psicología mal usada y aplicada, de tirar piedras a nuestro propio tejado, de quedarnos de brazos cruzados. Que nuestro trabajo es una profesión muy digna, con unos resultados basados en unos hechos probados, fiables, validos, eficaces, y se han demostrado. Desde hace años hasta hoy. Dejémonos de nimiedades y sin razones, de divagaciones inapropiadas, de las leyendas del psicoanálisis o la interpretación de los sueños que si   Freud(siempre lo leeré y diré tal y como se escribe, para mí, me gusta más decir “Freud”, es cuestión de gustos), que si el experimento de Zimbardo, que si los grupos, que si los alcohólicos, que si los fármacos, que si la histeria, que si un TDAH, que si ZP(uys¡ me he colado, pero también empiezo a estar harta de él), que si tiempo fuera(joder¡ yo nunca me paso más del que quisiera),en definitiva que si nuestra mente. Dejemos, las etiquetas a un lado y las divisiones por escuelas o técnicas, en

TAN SÓLO UN PROYECTO

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Uno de mis mejores rincones, me enloquece observar esa belleza TAN SÓLO UN PROYECTO Puede disfrazarse con mil aromas El amor es parecido al veneno Mata, el asesino es bueno Pero en la cama, ni puntos ni comas En miradas de besos atrasados Entre infinitos ojos tristes miras Arropas a tu mujer con mentiras Descansas en labios desconsolados ¿a quién pedirás una disculpa Perdido entre brazos de una cualquiera Y ya no exista pasado imperfecto? Díganme que nadie tiene la culpa De que a la subida de la escalera El amor tan sólo sea un proyecto

ATRAPASUEÑOS

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¿Somos esto? . ATRAPASUEÑOS   Los cuentos se ven contaminados por los atrapasueños de la noche de pequeños inconscientes llevados por el vuelo del nunca jamás, las salidas acompañadas de las deshoras fueron transeúntes de llantos inesperados, y las historias que siempre acaban mal, acabaron mal. Y aquí me tienen, enclaustrada entre versos efímeros y poesías inacabadas; cultivando atardeceres oscuros que se acercan y se alejan como cual beso que se olvida. Y tanto se acomplejaron las penas de mi dolor, que obligaron a la vida a ser vida, y a mi noche mi mañana. Tanto me echaron de menos que tensaron la cuerda de los gritos para no enmudecer para siempre. Tanto se callo la noche que pensé que de mi ya nada esperaba. Pero enloquecida por lo que su voz era capaz de decirme, y mis ojos capaz de mostrarle, desperté de nuevo. Volví como de costumbre, a aferrarme a la botella de ginebra, mi cómplice de desventuras, volví a despertarme en aquella cama. Saboreé las sában