APRENDIENDO EL PRECISAMENTE

Aprediendo la fragilidad del hierro,  y disfrutando las cosquillas del día a día.



He aprendido en la educación paseante que una chispa necesita pólvora, una llama necesita del fuego. Y que el agua silencia una candela

He aprendido que la duda siempre cabe. Que los absolutos no son puntos muertos, y que las alas también tienen un cuerpo.

He conocido el olor con los ojos. La impronta de todas mis noches. El dormir con agua y levantarme con fuego.

Hoy, hoy he vuelto a aprender que los sueños no tienen pareja. Que los gritos consumen. Y que el olvido es como el agua...

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