MUJER DE GUANTE ROTO

Mañanas placenteras en el Cervantes de Málaga, recuerdo bien ese día, la noche, sus encantos y sus diálogos.

MUJER DE GUANTE ROTO

Cuando a un alma errante

Lo privatizan de la libertad

Y una huella viste un recodo

Del placer de la ansiedad

Y un paso más significa

La perdida de un andamiaje

Y la casa es el punto y vértice

De un alienado bagaje.

Y el precio que hay que pagar

Es palabrería al entrar

¿Tal demencia es de cuerdos

En esa breve semi obscuridad?

No me queda nada, nada espero

Nada tengo, sólo un simple bolero

Que repite la misma cantinela

Y descansa en y por la eternidad.

Y en la ausencia, su diálogo

En la compañía, su insensatez

En los años, la prepuber inmadurez

Y en su mañana, la precisión.

Llena está de simpleza

Como mujer de guante roto

Y a falta de sutileza

Es sicaria y manceba del abandono.

Encadenada a acariciar su olvido

Sobre un dulce licor amargo,

Nudo que yace en un querer prohibido

Y va dando zancadas a lo largo.